Día 13: Epcot, Disney Springs y Magic Kingdom

Para no perder la costumbre en nuestro último día completo en WDW el despertador sonó a las 6’45, tras el desayuno alrededor de las 8’30 salíamos.

Antes unas fotos de despedida de nuestra zona del hotel.



Rumbo a EPCOT, a por alguna atracción que nos faltaba y a repetir alguna de las que nos gustan; en la entrada aprovechamos el PhotoPass.





Directos a TEST TRACK, pero a pesar de acabar de abrir el parque, la cola ya era bastante elevada, así que subieron por single rider.

Mientras Lourdes y yo nos quedamos en la entrada haciéndonos unas fotos con Daisy, apenas esperamos cinco minutos.



Luego fuimos a la salida de Test Track y cuando salieron estuvimos un rato haciéndonos fotos en los coches; la verdad es que es entretenido.


Al salir de la atracción, vimos esta zona para refrescarse con vaporizadores, muy lograda.


Fuimos al FP+ 9’00-10’00 DISNEY & PIXAR SHORT FILM FESTIVAL, que ya sabíamos que no haría falta FP, pero ya que están, por si acaso; la peli nos gustó mucho, además de que fue muy divertida.


Tras pasear un poco se hizo hora de repetir una de mis atracciones favoritas FP+ 10’30-11’30 SOARIN, esta vez decidimos pedir primera fila y tocó esperar un poco porque ya habían otros delante para lo mismo; me encanta.

Alrededor de las 11’30 nos despedimos de Epcot, no sin antes hacer alguna foto más y utilizar el PhotoPass por última vez en este parque.



Antes de salir paramos a comprarnos un refresco en una tienda, concretamente en Epcot Camera Center y allí vimos la caja tan bonita que tenía en mente y no había visto por ningún sitio; no sabía cómo iba a estar el tema de espacio, pero la caja se venía, que preciosidad.

Pusimos rumbo a DISNEY SPRINGS, nos dimos alrededor de un par de horas libres y cada pareja siguió rumbo según sus gustos. Nosotros entramos en alguna tienda de ropa pero no profundizamos, fuimos a la de navidad y a World of Disney, donde ya compramos todo lo que nos faltaba, yo cargue como siempre con bolis, lápices, posits y algo de bisutería; también compramos en Arribas Brothers unos vasos de chupito muy chulos, tenían cosas preciosas a precios razonables.

Alrededor de la 1’30 quedamos a comer en WOLFANG PUK EXPRESS, pedimos ensaladas, pizza y pasta, vamos un poco de todo, la comida simplemente bien. Aquí lo que nos paso es que a Alfredo le cobraron en vez de un Quick un Table, menos mal que el siempre revisa los tickets, porque a mí igual se me hubiera pasado; lo dijo y se lo corrigieron.


De postre los chicos siguieron amortizando snacks y se pidieron un helado en GHIRARDELLI, una bola es un snack (su precio 5’75 $) hay que decir que con una bola ya vas bien servido.

Luego pasamos a la tienda de Ghirardelli porque como nos sobraban bastantes snacks decidimos comprar tabletas de chocolate, nos llevamos en total 8 tabletas, usamos 6 snacks y es que había una oferta de pague 3 y llévese 4 (cada pastilla vale 3’95 $). Y todavía nos quedaban 7 snacks.

Poco más de las 3 salimos hacia el hotel, descansamos un rato, aunque tampoco mucho, porque ya comenzamos con la operación “maleta de vuelta”; y alrededor de las 5’30 salíamos.

Rumbo a MAGIC KINGDOM, para ir despidiéndonos de WDW, subimos a la estación de tren y nos hicimos unas fotitos, la verdad es que la vista es muy bonita, con la altura y el Castillo al fondo, pero el mástil de la bandera al medio lo fastidia un poco.




Cogimos el tren a FANTASYLAND, que es lo que nos tira a nosotras, decidimos que había que ir a Gaston’s Tavern a probar la famosa bebida “Lefou’s Brew” (6’16 $ impuestos incluidos) un zumo de manzana helada con nubes derretidas imitando la cerveza y el no menos famoso “Warm Cinnamon Roll” riquiiiisimo (5’31 $ impuestos incluidos). Solo lo probamos porque hambre no había, pero como sobraban snacks pedimos un par y compartimos; pero no nos podíamos ir sin problarlo y tanto la bebida como el bollo estaban muy ricos.

Luego simplemente fuimos paseando hacia la entrada, observando por última vez ese parque del que yo no me quiero ir nunca; no sin antes paramos para hacernos unas fotos con las luces del atardecer con el Castillo al fondo.




Tampoco desaprovechamos el FotoPass en MAIN STREET U.S.A. y además en esta ocasión apareció la linda Campanilla.


Qué bonita iluminación tiene Town Square, yo me quiero quedar aquí.


Al salir tampoco desaprovechamos el PhotoPass y esta sí es fue la última foto en Magic Kingdom.



Alrededor de las 7’30 salíamos del parque camino al parking, pero antes de venir al parque cometimos el error del día, que fue no haber aparcado en el Polynesian Village Resort, pues teníamos cena allí; hubiera sido todo mucho más rápido, pero aunque lo habíamos pensado en casa, al salir del hotel pusimos rumbo al parque y ni nos acordarnos.

Al llegar al parking estaba bastante oscuro y nos fue un poco lioso acceder al hotel, fuimos directo a la terraza para ver Happily Ever After, pero no llegamos al principio.

Tras esto ya eran casi las 8’25 que era la hora de nuestra cena en él OHANA, en nuestro anterior viaje este restaurante nos encantó, fue el broche a nuestro viaje y en esta ocasión con las expectativas que llevábamos nos defraudó bastante.

El pan de piña con el que se inicia la cena que nos pareció riquiiisimo, en esta ocasión era más bien pan normal, no le encontramos nada especial. La ensalada bien. Luego los fideos, empanadillas y pollo, anteriormente nos lo trajeron por separado de uno en uno, en este viaje todo junto, así que se acabó enfriando. Los pinchos de carne sí estaban bastante ricos, aunque quizá excesivamente picantes; pero solo pasaron a que repitiéramos dos de los tres. Y el postre una bola de vainilla sobre una tarta que no nos pareció gran cosa, estaba excesivamente contundente.


Por otra parte, la otra vez fuimos al último turno y la mar de tranquilos, esta vez parecía que nos querían largar para que entrara el siguiente turno, de hecho cuando nos fuimos alrededor de las 10 todavía había gente esperando. Hubiera costado por pareja 107 $ (impuestos y propina del 18% incluida); en un futuro viaje no sé si repetiríamos.


Regreso al hotel y acabamos las maletas, nuestros días en Orlando llegaban a su fin.

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